Corticoides, Cronificación del dolor y Orthokine. Estudios clínicos abren nuevas vías para prevenir y revertir el dolor crónico
La publicación en 2022 del estudio “Acute inflammatory response via neutrophil activation protects against the development of chronic pain” realizado por el grupo de investigadores de la Universidad McGuill de Canadá, liderado por Marc Parisien abrió un nuevo camino en la comprensión del proceso de cronificación del dolor. En el estudio de 98 pacientes con dolor lumbar de espalda, se observó que en aquellos en los que el dolor se resolvía, se daba una regulación de la inflamación, inducida por neutrófilos, mientras que en los que el dolor se cronificaba, no se producían estos procesos. En estudios en ratones, la aplicación de corticoides o AINES en fase aguda inflamatoria, retrasaba la resolución del dolor, y lo mismo ocurría si se les privaba a los ratones de sus neutrófilos. Sin embargo, la inyección periférica de los neutrófilos, o de las proteínas S100A8/A9, producidas por estos, evitaba la cronificación del dolor. El análisis de la evolución del dolor en miles de pacientes con dolor agudo recogido en el Biobank de Reino Unido, también confirma el alto riesgo de cronificación del dolor (un 76% más) en pacientes que toman AINES.
Este enfoque molecular del proceso de cronificación del dolor, abre nuevas vías para soluciones autólogas que aporten un alto contenido de proteínas S100A8/A9. Los últimos estudios realizados por Buchheit at al., han permitido comprender mejor el mapa de sustancias que se generan en el suero Orthokine durante el proceso de incubación, y que va mucho más allá de los factores de crecimiento y proteínas anti-inflamatorias:

Estos descubrimientos llevaron al grupo de la Universidad de McGill a realizar un estudio en ratones con el suero Orthokine (ACS)

Tras realizar una incisión en la planta de los ratones, se les inyectó Dexametasona o placebo (PBS, phosphate buffered saline).
La aplicación de Dexametasona retrasó notablemente la desaparición del dolor.

En otro experimento se aplicó Dexametasona en combinación con Salino (línea morada) y con Suero Condicionado (línea roja) y se comparó con el placebo (línea negra).
La aplicación de Dexametasona en combinación con el Suero Condicionado (Orthokine) anuló los efectos negativos de la Dexametasona.

Por último, se comparó Dexametasona con Suero Autólogo Condicionado (ACS) y con Suero de Control, CS (Suero autólogo sin incubación).
La Dexametasona se aplicó en los días 2 y 4, mientras que el Suero ACS y CS se aplicaron en los días 2 y 4 y en los días 28 y 30. El Suero Autólogo Condicionado aplicado desde el principio contrarrestó desde ese momento el efecto de la Dexametasona, mientras que el Suero de Control no tuvo efecto.
Aplicado a los 28 y 30 días, el ACS consiguió revertir prácticamente el efecto de la Dexametasona, mientras que el CS no lo consiguió.
Estos experimentos abren una nueva vía molecular tanto para prevenir el dolor crónico motivado por el uso de corticoides como para revertir esa cronificación una vez producida. En base a estos experimentos en ratones se va a realizar ahora un estudio clínico en humanos para comprobar la capacidad del Suero Orthokine para prevenir y revertir el dolor crónico.