Si padeces artrosis degenerativa y buscas respuestas a todas tus preguntas, en este artículo te vamos a detallar cada una de las características de esta enfermedad degenerativa para que puedan servirte de ayuda en el camino de mejora y recuperación.
¿Qué es artrosis degenerativa?
Hablamos de artrosis degenerativa cuando se sufre una enfermedad reumática que propicia el deterioro del cartílago hialino que recubre las superficies óseas de las articulaciones, principalmente en las rodillas, en las manos, en las caderas o en la columna vertebral.
Suele tener detrás de ella enfermedades congénitas o metabólicas, traumatismos u otras patologías reumáticas.
Sin embargo, aunque no se conoce con total certeza el causante, el Ministerio de Sanidad ha afirmado que en los últimos 20 años ha crecido más de un 70% debido al envejecimiento de la población y el ascenso de la obesidad.
Síntomas de la artrosis degenerativa
Los principales síntomas que pueden desencadenarse cuando se padece artrosis degenerativa son la inflamación en la zona, enfermedad también conocida como artritis, y el dolor articular profundo de origen mecánico, pues se incrementa con la actividad física y mejora con el reposo.
Otros síntomas menos comunes de la artrosis degenerativa son la rigidez en la zona, acompañada de deformidades articulares y limitación en la movilidad de la articulación dañada.
Medicamentos para artrosis degenerativa
El objetivo principal que se busca para el tratamiento de la artrosis degenerativa es mejorar la capacidad funcional del paciente y el dolor que padece, sin provocar efectos secundarios.
Los fármacos más recetados por los reumatólogos para hacer frente a la artrosis degenerativa son los antiinflamatorios no esteroideos inhibidores de la COX-2, como celecoxib o refecoxib, analgésicos como el ibuprofeno o paracetamol. Todos ellos con la única meta de conseguir reducir la inflamación.
También encontramos medicamentos de acción lenta para combatir la artrosis degenerativa, los cuales engloban los denominados SYSADOA, que además de controlar el dolor, ayudan a preservar el cartílago y frenar la evolución de la enfermedad.
Entre ellos, se incluyen las infiltraciones de ácido hialurónico o inyecciones intraarticulares de corticoides dentro de la articulación afectada.
Si se prefiere tratamiento no farmacológico, existe también la posibilidad de acudir a fisioterapia o realizar ejercicio aeróbico como la natación o el paseo.
En última instancia y cuando el dolor es agudo e incontrolable, se recurre a la cirugía para limpiar y lavar la articulación, eliminando adherencias y cuerpos extraños.
Otras técnicas son la osteotomía, que consiste en realinear y colocar en posición correcta la articulación o la artroplastia, que consiste en reemplazar de forma total o parcial la zona dañada de la articulación y colocar prótesis artificiales.
Remedios contra la artrosis degenerativa
El principal remedio que debe tomarse cuando se padece artrosis degenerativa es llevar una dieta sana y equilibrada, como la dieta mediterránea, realizar ejercicio físico de forma habitual y evitar la obesidad.
También es recomendable evitar realizar esfuerzos físicos intensos, pues implican forzar la articulación dañada y que el dolor y la inflamación aumenten.
De la misma forma, los deportes de contacto o de impacto, como el rugby, fútbol o equitación, no están recomendados para pacientes con artrosis degenerativa.
Por ello, sería de gran ayuda tener una tabla de ejercicios adaptada y personalizada de forma individual con las necesidades de cada paciente, y realizarla bajo la supervisión de un fisioterapeuta para mejorar el curso de la enfermedad.
Cura de la artrosis degenerativa
Una de las técnicas más efectivas y novedosas es la infiltración de Plasma Rico en Plaquetas, proceso que se realiza mediante la extracción de sangre del propio paciente afectado del que se obtiene un Suero Autólogo Condicionado que permite reducir e incluso eliminar el dolor, la inflamación crónica, frenar el avance de la artrosis degenerativa y mejorar la funcionalidad articular.
Orthokine es una terapia autóloga que ha conseguido que más de 100.000 pacientes hayan experimentado una mejora potencial en menos de 2 meses, a partir de la primera o segunda inyección.
Dieta para la artrosis degenerativa
Como hemos comentado anteriormente, la dieta óptima para mejorar el pronóstico de la
artrosis degenerativa es llevar una lo más equilibrada posible, como la dieta mediterránea, para obtener de ella el máximo de nutrientes posibles que puedan frenar el desgaste del cartílago y disminuir el riesgo de padecer obesidad, situación nada beneficiosa en este cuadro médico.