¿Qué es la artrosis de hombro?

La artrosis de hombro o artrosis glenohumeral es una patología degenerativa. Tiene su origen en personas mayores de 65 años, aunque también puede afectar a personas de menor edad. Esto ocurre en algunas situaciones, cuando se han practicado deportes de alta intensidad durante un periodo de tiempo prolongado.

¿Cómo se desarrolla?

Este tipo de artrosis articular se desarrolla cuando el cartílago que se encuentra entre las articulaciones se deteriora. Afecta  principalmente a la articulación acromioclavicular y glenohumeral. Cuando el cartílago comienza a desaparecer, los huesos pueden desgastarse o sufrir deformaciones. Esto genera un dolor gradual en el paciente afectado.

¿Cuáles son las causas de la artrosis de hombro?

Dentro de las causas que pueden derivar en este tipo de artrosis, encontramos factores comunes que se dan en la mayoría de las situaciones:

  1. Predisposición genética
  2. Sobreesfuerzos continuados
  3. Deportes que requieren ejercicios de alta intensidad
  4. Envejecimiento
  5. Lesiones anteriores
dolor de hombro

¿Cuáles son los síntomas de la artrosis de hombro?

El principal síntoma de la artrosis de hombro es el dolor. Se manifiesta cuando hacemos ejercicios o desempeñamos tareas que implican de su movimiento, y puede persistir durante la noche. Dependiendo del tipo de articulación que se haya visto más afectada, nos dolerá en mayor o menor medida la parte posterior o anterior del hombro. La articulación glenohumeral corresponde a la zona posterior y la articulación acromioclavicular a la superficie anterior.

Otro indicativo es la reducción de movilidad que podemos experimentar al llevar a cabo actividades cotidianas. Si el dolor persiste durante varias semanas, no siendo remitido con descanso, antiinflamatorios o termoterapia, se aconseja acudir a un especialista.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza mediante una exploración física y a través de la obtención de distintas imágenes.

Durante el examen físico, el médico evalúa distintos aspectos del paciente: movilidad, sensación de roce, sensibilidad de la zona, dolor, y fuerza muscular.

Con respecto a las imágenes que complementarán el diagnóstico, se realizan pruebas de Rayos X. Así se detectan deformaciones en el hueso o la presencia de osteofitos. A través de una resonancia magnética, el médico especialista puede evaluar el nivel de desgaste de ligamentos, tendones o la lesión de músculos que se encuentran alrededor del hombro.